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    7 Consejos sobre el discipulados de solteros - Whitney Woollard

    “Las suposiciones matan. Casi siempre se da por sentado que los solteros están muriendo de soledad o ardiendo de lujuria”.

    Asintiendo con la cabeza, deseosa de oír más, pensé en las historias similares de los solteros en diferentes iglesias. Al tratar de escuchar y aprender de los solteros —jóvenes, viejos, hombres, mujeres, divorciados, viudos, trabajadores, estudiantes, seminaristas— mi objetivo era obtener el detalle de su experiencia como solteros en la iglesia.

    Mientras mi amigo continuaba, me molesté por lo ignorante que algunas personas pueden ser al orar públicamente por los solteros basados en estos supuestos de lujuria o soledad. ¿En serio? Me felicité por nunca hacer algo tan insensible (¡o estúpido!).

    Pero mi aire de superioridad no duró mucho. En poco tiempo, mis suposiciones defectuosas fueron iluminadas. Pensé en cómo he descartado la angustia de un soltero asumiendo que “él sólo necesita casarse”. O cómo he solicitado a una soltera cuidar los niños en el último momento, asumiendo que “su horario es flexible”. También cómo he preguntado a solteros y solteras qué piensan del nuevo chico o chica en la iglesia asumiendo un deseo de matrimonio sin preguntar.

    Me estremezco ahora al pensar en cómo mis propias suposiciones me han llevado a la insensibilidad. He sido sincera, pero ignorante.

    Sincera, pero ignorante

    Lo más probable es que hayas sido sincero, pero también ignorante. Tal vez tú no has orado públicamente por la lujuria ardiente de un soltero (y realmente espero que no lo hayas hecho), pero tanto tú como yo, inconscientemente hemos dicho o hecho cosas dolorosas a los solteros que están bajo tu cuidado. A pesar del afecto genuino, la ignorancia de lo que realmente piensan, sienten y necesitan los solteros ha llevado a relaciones incómodas e incluso dañadas.

    Resulta que muchos de estos “desastres en el discipulado” podrían evitarse si tan solo dejamos de asumir y damos tiempo suficiente para escuchar. ¿Imaginas eso?

    Consejos sobre solteros de solteros

    Lo siguiente, por lo tanto, es una lista de qué HACER y qué NO HACER en el discipulado que los solteros y las solteras de tu iglesia necesitan que conozcas. Es para mí como una mujer casada tanto como para pastores y otros líderes de la iglesia. Juntos, esforcémonos por amar y cuidar a los solteros de formas que sean útiles en lugar de dañinas.

    QUÉ HACER: conoce a la persona

    Los solteros son personas enteras con vidas completas e interesantes. Hay mucho que aprender sobre estas personas brillantes, reflexivas y piadosas en tu iglesia.

    Busca maneras de conocerles, pregúntales acerca de sus vidas, habla con ellos antes o después del servicio, invítalos a cenar o tomar un café y escucha su historia. Descubre sus intereses y pasiones: ¡ellos tienen pasatiempos! Ríe con ellos y disfruta de su presencia, muestra interés genuino en conocerlos como persona.

    QUÉ NO HACER: asumir que su soltería define su vida

    Los solteros no son menos persona o la mitad de una persona sólo porque son solteros, así que no los trates de esa manera. Una mujer muy acertadamente dijo: “Conóceme primero y comprende que la soltería es solo una parte de lo que soy, una parte… no es quien soy, no me define; Jesús me define”. Reconoce que “soltero” no es una declaración de identidad. Es sólo una pieza de la persona real que estás conociendo.

    2. QUÉ HACER: iniciar relaciones de discipulado

    Los solteros quieren crecer en su relación con Jesús a tu lado, pero no quieren ser una cargar para ti o el horario de tu familia pidiendo tiempo para ellos/ellas. Piensa en el alivio que tendrían si tú inicias la relación.

    Pídele a algún soltero que se reúnan para tomar café por una hora cada semana o cada dos semanas para leer Colosenses y orar juntos, pídele a algún soltero que venga mientras los niños duermen para hablar y orar, pregúntale a algún soltero si podrían reunirse en el centro de la ciudad durante el almuerzo para discutir sobre teología y sobre la vida en general. Hay muchas opciones, y todas comienzan contigo iniciando la relación.

    QUÉ NO HACER: iniciar otro programa

    Los solteros no necesitan programas. Con demasiada frecuencia los ministerios de solteros se sienten como un mercado de carne donde todos los solteros son enviados a reunirse y casarse. O son un lugar para que la gente solitaria se reúna y se centre en su soltería; aunque reconozco que existen ministerios de solteros útiles.

    Las personas con las que me encontré expresaron un deseo de enfocarse en Jesús y crecer como discípulos en formas orgánicas, no programadas, con gente de todas las diferentes etapas de la vida (no solo con otros solteros).

    3. QUÉ HACER: pregunta ¿cómo puedo orar por ti?

    Los solteros anhelan tus oraciones. Al igual que tú, ellos necesitan oración por todas las cosas reales de la vida que los agobian: trabajos difíciles, oportunidades emocionantes, relaciones estresantes, crecimiento en la piedad, puertas abiertas para compartir el evangelio, etc. La próxima vez que te reúnas con solteros, pregúntales: “¿cómo puedo orar por ustedes?”. Luego escúchalos, escribe las peticiones y ora por ellos.

    QUÉ NO HACER: orar basado en tus propios supuestos

    Es posible que se te pida orar por alguien que batalla con la pornografía o que la lucha con la soledad. Pero asumir que cada soltero está ardiendo con lujuria o muriendo por la soledad es simplista y, francamente, ofensivo. Cuando tienes la oportunidad de orar por un soltero, especialmente en un ambiente público como un grupo pequeño, no asumas que necesitan “alivio” de su soltería o que incluso quieren que se ore por su “soltería”.

    4. QUÉ HACER: utilizar los solteros en la iglesia

    Los solteros son recursos indispensables para la iglesia. Una persona explicó: “Debido a la naturaleza de la soltería, tenemos una flexibilidad de horario que se presta a ser capaz de hacer todo tipo de ministerio, como ayudar a los ancianos o dar a una nueva madre unas pocas horas de descanso. Las posibilidades son infinitas. ¡No tengas miedo de pedirles que sirvan!

    Todos los que conocí expresaron el deseo de utilizar su soltería para el reino de Dios. Examina varios ministerios de tu iglesia (por ejemplo, grupos pequeños, noches de oración, ministerios de jóvenes y niños, equipo de adoración, funciones de enseñanza, cuidado de miembros, trabajadores globales, ministerios de mujeres, etc.) y pregúntate si los solteros calificados pueden ser mejor utilizados en cualquiera de estas áreas.

    QUÉ NO HACER: hacerlos la fuerza de trabajo de la iglesia

    Los solteros no son niñeras profesionales de la iglesia ni pasantes de tiempo completo (a menos que, por supuesto, lo sean en realidad). Hay una tentación de usar los solteros como voluntarios por defecto para todo, desde el cuidado de los niños hasta la limpieza en las reuniones congregacionales.

    Si bien tienen libertad para servir al cuerpo, no te aproveches de esta libertad para asegurarte que tu iglesia esté funcionando sin problemas. Además, no asumas que libertad significa que no tienen nada más que hacer, respeta el hecho que los solteros tienen compromisos, trabajo, responsabilidades y la necesidad de descansar como todos los demás.

    5. QUÉ HACER: reconocer la necesidad de intimidad de los solteros

    Los solteros no están exentos de la profunda necesidad humana de intimidad, tanto con Dios como con los demás. El cuerpo de Cristo debe ser un lugar donde los solteros puedan encontrar una conexión humana profunda.

    En términos prácticos, vemos a los creyentes invitando e integrando a las personas solteras en sus vidas: comiendo, haciendo devocionales, viendo el fútbol, doblando la ropa, juntándose un sábado para leer libros y hablar de la vida, riendo al ver videos de YouTube, limpiando, teniendo conversaciones redentoras, luchando contra el pecado, incluso ayudando con tu bebé. No des por sentado que la persona que vive sola no experimenta algunos de estos componentes relacionales tan naturalmente como una familia de cinco.

    QUÉ NO HACER: asumir que el matrimonio y los hijos son la única manera de satisfacer esta necesidad

    Al mismo tiempo, aunque el matrimonio y la familia es una de las principales formas en que se cumple la intimidad, no asumas que todas las personas que conoces necesitan casarse y tener hijos para florecer como un verdadero ser humano. En palabras simples: no te compadezcas de la persona soltera.

    Jesús, el humano más verdadero, nos mostró lo que es ser una persona soltera en profunda relación con Su Padre y Sus amigos. Aunque la persona soltera anhela la intimidad, la iglesia necesita actividades para que el deseo se cumpla más allá del matrimonio y de los hijos.

    6. QUÉ HACER: colócalos en roles de liderazgo apropiados

    Los solteros dotados y calificados deben servir en roles de liderazgo adecuados. Recientemente fui animada cuando el pastor principal pidió a una seminarista entrenada que comenzara un estudio bíblico para mujeres en su iglesia.

    Esta mujer dotada, calificada y soltera era perfecta para el rol ¡y su pastor lo reconoció! Ahora está dirigiendo estudios bíblicos, discipulando uno a uno y preparándose para enseñar a las mujeres en una conferencia. Su amor por Jesús y Su Palabra, su formación teológica y su humilde corazón la califican para servir en esta capacidad de liderazgo, ninguna de las cuales tiene que ver con su estado civil.

    QUÉ NO HACER: esperar hasta que se casen para pedirles que lideren

    Muchos solteros temen que no serán tomados en serio en la iglesia hasta que estén casados. Si dudas en empoderar a una persona talentosa y calificada en el papel apropiado simplemente porque él o ella no está casado, entonces sólo estás reforzando este miedo.

    Necesito recordar a todos que el fundador de nuestra religión (Jesús) y el mayor misionero en nuestro movimiento (Pablo) eran solteros, así que hay un precedente de una sola persona soltera que lidera poderosamente en el reino de Dios.

    7. QUÉ HACER: acércate a los solteros en tu reunión dominical

    Sé intencional para ver y sentarte con solteros los domingos por la mañana. Una mujer compartió cómo sus domingos eran agridulces porque amaba a su nueva iglesia, pero temía ir sola, sintiéndose invisible y fuera de lugar. Otra me dijo lo difícil que es conversar en la entrada siendo una persona soltera cuando todo el mundo está casado.

    Una forma sencilla y fácil de amar a los solteros es sentarse con ellos durante el servicio, charlar o estar a su lado a la entrada de la iglesia o tomar café antes del servicio y caminar juntos. Puede parecer insignificante para ti, pero al hacerlo les recuerdas que los ves y su presencia los domingos importa al cuerpo.

    También te animo a que estés atento a las necesidades prácticas a lo largo de la semana. Como mujer, me llamó la atención las necesidades de las mujeres solteras en la iglesia, particularmente las viudas mayores o las mujeres que no viven cerca de parientes varones. Ofrecer ayuda para armar muebles, trabajar en sus autos o ayudarlos a mudarse les mostrará el evangelio de manera tangible.

    QUÉ NO HACER: reducir los solteros a un proyecto “personal”

    Aunque debes ver los solteros en tu reunión, no escanees la sala en busca de posibles parejas durante el servicio. Claro, la soltería puede ser solitaria, pero no es un problema que hay que arreglar o una enfermedad que debe curarse. No hagas que se sienta como si estuvieras jugando a Cupido en la iglesia. Colocar presión innecesaria en los solteros para casarse o tener dos personas para la cena con la esperanza de “juntarlos” es una experiencia incómoda y no deseada por la mayoría de los solteros. Velos mediante un amor personal, no tratando de encontrar quién está disponible para conectarlos.

    Estos últimos meses los he ocupado construyendo relaciones con solteros y discutiendo las cosas de Dios disfrutando una buena comida y un café caliente. Aunque he tenido momentos de “metida de pata”, han sido graciosos e increíblemente útiles. Me siento honrada de conocer más de sus vidas.

    ¡Qué regalo para la iglesia! Anímense, cristianos, busquen relacionarse con los solteros de la iglesia, haciendo pequeños cambios que con el tiempo cosecharán grandes dividendos en la vida de tu iglesia.

    Extraido de: sdejesucristo.org

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